Cómo mantener a punto un spa. Parte 2

Continuamos con el artículo sobre el mantenimiento necesario para mantener tu spa limpio y desinfectado. En esta segunda parte nos centramos en el cuidado del filtro de nuestro spa y te contamos algún consejo extra para que realices todo lo que esté en tu mano para preservar la pureza en tu spa.

 

Puedes leer la primera parte en la que hablamos sobre cómo equilibrar los niveles químicos, aquí.

 

 

1. Limpiar el filtro cada dos semanas.

Para desatascar y limpiar el filtro de tu spa debes sacar el cartucho del filtro. Con un grifo, o una manguera, echa agua sobre cada una de las láminas del cartucho y deshazte de cualquier porquería a la vista.

 

Para limpiar el filtro déjalo una noche a remojo en una cubeta con mezcla de agua y un limpiador para filtros. Una opción económica es utilizar detergente tradicional. A la mañana siguiente asegúrate de aclarar bien el filtro para evitar que ninguno de los químicos del limpiador acabe en el agua de tu spa.

 

Si después de haber limpiado el filtro, este se ensucia mucho y con rapidez, es posible que haya dejado de funcionar o esté estropeado. Es el momento de sustituirlo.

 

También puedes limpiar el cartucho del filtro en el lavavajillas, pero asegúrate de no hacerlo con agua caliente porque las temperaturas de más de 60º podrían dañarlo.

 

Si tienes tu spa en el exterior es muy importante que limpies la cubierta. Se recomienda hacerlo una vez al mes, por lo menos, ya que es tu principal aliado en materia de limpieza.

 

 

2. Dúchate antes de usar el spa

Entendemos que es un engorro vigilar la higiene de las amistades que invitamos a nuestro spa. Pero más que la suciedad que puedan portar nuestros invitados, lo que puede hacerle verdadero daño a nuestro spa son las lociones y productos para el cuerpo que puedan llevar adheridos a la piel.

 

Si observamos que nuestro agua se vuelve turbia o se forma espuma en nuestro spa, las cremas y jabones corporales pueden ser el principal sospechoso.

 

 

3. Cambia el agua por completo ocasionalmente

En función de la frecuencia con que uses tu spa, se recomienda cambiar el agua de 2 a 4 veces al año. Para realizar una correcta renovación del agua lo mejor que podemos hacer es remitirte a las instrucciones específicas del modelo de tu spa.

 

Con esto terminamos con los consejos básicos para el cuidado de tu spa. Pero si eres un amante incondicional de esta máquina del bienestar, no pierdas de ojo nuestro blog ya que volveremos pronto a hablar de él.

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