Desinfectar tu piscina con oxígeno activo

Llega septiembre y, con este mes, se aproxima el fin del verano. Aunque estemos en los últimos días de la temporada estival, es importante no descuidar el mantenimiento y tratamiento del agua de la piscina. El mantenimiento es un aspecto fundamental para tener la piscina en perfectas condiciones de cara a la próxima temporada de baño, especialmente para garantizar una apertura limpia y sin problemas. El proceso de cuidar la piscina va más allá de poner la cubierta al final del verano, ya que hay que limpiarla y desinfectarla con oxígeno activo (monopersulfato de potasio) para que no surjan problemas durante la temporada baja.

El agua de las piscinas está constantemente expuesta a numerosos agentes y factores externos como el polvo, que suele llegar a través del viento o la lluvia, por lo que pueden acabar generando la presencia de microorganismos nocivos para la salud. Por este motivo, debemos realizar una correcta desinfección del agua de la piscina con oxígeno activo para controlar la existencia de estos microorganismos. El oxígeno activo es un excelente método de desinfección para el agua de la piscina. Este método lleva más de dos décadas utilizándose con éxito en piscinas, ya que, al disolverse el oxígeno activo en el agua, se produce una fuerte oxidación capaz de eliminar la materia orgánica y todos los microorganismos existentes (algas, bacterias, hongos, etc.). Además, a diferencia del cloro, el oxígeno activo no se combina con el nitrógeno orgánico, de forma que no deja residuos como las cloraminas.

¿Por qué usar el oxígeno activo?

La cloramina se forma con el contacto del cloro con las sustancias orgánicas presentes en el agua de la piscina, y es la causante de que los bañistas acaben con los ojos enrojecidos o la piel seca. Una exposición larga a este compuesto químico puede llegar a provocar asma y otras afecciones respiratorias, como señala la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur (NEUMOSUR). De esta forma, es aconsejable usar el oxígeno activo para desinfectar la piscina y, al mismo tiempo, eliminar la cloramina. Este desinfectante, que se puede encontrar en formato líquido, granulado o en pastillas, es inodoro, inocuo y tampoco irrita los ojos ni la piel. Además, también es respetuoso con el medio ambiente, repele a las avispas del agua de la piscina y se puede combinar con otros tratamientos como son los floculantes o los antialgas.

El mejor momento para aplicar el oxígeno activo en el agua de la piscina es al final del día, ya que este desinfectante no resiste bien las altas temperaturas. De hecho, en caso de altas temperaturas hay que aumentar la dosis, debido a que provocan una mayor evaporación del producto. Los niveles recomendados de oxígeno activo dependen del formato utilizado. Si utilizamos oxígeno activo en pastillas, se deben hacer aportes diarios o cada 2 o 3 días (una pastilla de 20 gramos por cada 5 m3 de agua). En el caso de utilizar oxígeno activo líquido recomendamos que se utilice un dosificador o verter la dosis necesaria en un recipiente con agua y repartir dicha solución sobre la superficie de la piscina por igual: el aporte debe ser semanal (150ml por cada 10 de agua como dosis inicial). Como cualquier otro producto químico para piscina de desinfección, debemos controlar los niveles de pH del agua todos los días para mantenerlo entre los valores 7,2 y 7,6 para que el oxígeno activo sea eficaz en el mantenimiento de la piscina.

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