Practica aqua fitness en tu piscina

Mucha gente hace ejercicio en invierno para mostrar los resultados en las playas y piscinas del verano. Pero ¿por qué no aprovechar el verano, precisamente, para hacer ejercicio? Cuando hace mucho sol o calor se desaconseja realizar esfuerzos superlativos, pero si lo haces dentro de la propia piscina estarás bastante blindado frente a los peligros del calor.

 

A continuación vamos a listar unos ejercicios aeróbicos que puedes realizar dentro de tu piscina, aunque sea de tamaño reducido.

 

 

LA BICICLETA:

Empezamos por una fácil. Con los codos apoyados en el borde de la piscina (o en un “churro” de polietileno), simulamos el pedaleo de una bicicleta debajo del agua. El esfuerzo por no avanzar con el movimiento, fortalecerá tus hombros, tronco y abdomen.

 

 

ALZAMIENTO DE PIERNAS:

De pie y recostados sobre el borde de la piscina, realizamos el típico ejercicio para fortalecer los abdominales interiores consistente en elevar las dos piernas, juntas, y tan alto como nos sea posible (ver primera foto).

 

 

ALETEO DE PIERNAS:

Con la espalda hacia arriba, nos agarramos al borde de la piscina, aleteamos con los pies, evitando salpicar y concentrados en hacerlo con rapidez.

 

 

PLANCHA SOBRE CHURRO:

Las planchas (en inglés, planks) son la alternativa libre de lesiones a los abdominales de toda la vida. Agarramos una barra de polietileno (aka “churro”), con ambos brazos estirados, y apoyamos el peso de nuestro cuerpo intentando que esté lo más recto posible (ver segunda foto). En tierra se suelen hacer tandas de un minuto, ¡pero en el agua seguro que aguantas mucho más!

 

 

EL GIRO DE LA NUTRIA:

Flotando boca arriba y abrazados a un balón de playa o similar, echamos todo el peso de nuestro cuerpo hacia un costado hasta hacer un giro completo y devolver nuestra mirada al firmamento (ver vídeo).

 

 

PÉNDULO:

En pie frente al borde o escalera de la piscina, realizamos un movimiento pendular de las piernas. Primero una y luego la otra. Tan alto como podamos llegar.

 

 

REMADAS:

Con las rodillas lo más próximas al pecho posible, intentamos mantenernos a flote moviendo los brazos atrás y adelante, en movimientos con forma de 8.

 

 

REMADAS CON LOS DEDOS FUERA:

El mismo ejercicio que el anterior pero con dificultad añadida. Esta vez, con las piernas estiradas, deberás mirarte los dedos de los pies en todo momento.

 

 

SENTADILLAS CON SALTO:

Con los pies sobre el suelo de la piscina, extendidos más allá de la anchura de la cintura, nos agachamos y saltamos hacia arriba. Cuanto más acerquemos el culo al fondo, más nos costará saltar hacia la superficie.

 

 

Dedicarle 20 minutos al día, o en cada baño, a realizar estos ejercicios aumentará nuestra salud y forma física sin demasiado esfuerzo. El ejercicio procura bienestar y deberíamos practicarlo a lo largo de todo el año, no solo para lucir figura en verano y luego olvidarse hasta que la alarma salte nuevamente en primavera.

 

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