Cómo proteger tu piel de la piscina y el invierno

Si nos gusta disfrutar de la piscina en invierno, deberemos proteger aquellas partes de nuestro cuerpo más frágiles al descenso de temperatura. Como la piel, que es uno de los órganos que más castigan los meses de frío. La calefacción, los cambios en la humedad, las duchas abrasadoras, o la ropa de tejidos pesados, son elementos que trabajan durante todo el día para secar y arruinar la dermis.

 

Si a todo esto le añadimos el cloro, semejante cóctel puede tener consecuencias desgarradoras para la piel. Naturalmente, unas pieles son más sensibles al químico que otras, pero, en invierno, la piel seca es un problema que enfrenta prácticamente todo el mundo, y el cloro solo puede empeorar la situación. Si en verano notas la mínima irritación al salir de la piscina, prevé un mayor deterioro durante el invierno.

 

Ante la desagradable idea de vestir una piel más seca e irritada, mucha gente podría sentirse desmotivada para sumergirse en las aguas de la piscina. Pero siguiendo unos cuidados cosméticos básicos y respetando las pequeñas precauciones para antes y después del baño, podremos lucir una sana y agradable piel todo el año.

 

 

Hidratar antes de nadar

Si somos propensos a tomar largos baños durante el invierno y queremos reducir el impacto del cloro en nuestra piel, lo mejor es utilizar una crema hidratante antes de entrar al agua. No solo evitará la sequedad de la piel, sino que también levantará una barrera entre los químicos de la pileta y la epidermis.

 

Ten en cuenta que las lociones corporales suponen un problema para la limpieza y equilibrio químico de piscinas y spas, con lo que deberás vigilar de cerca el nivel de estos.
Debemos tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura. Se desaconseja abandonar la piscina de forma brusca, pues el impacto con el frío o el viento puede desgraciar nuestra piel. Si se encuentra dentro de nuestras posibilidades, pasar por la sauna o el jacuzzi puede ser un saludable rito de tránsito.

 

 

La piel te pide ducha después de la piscina

Ducharnos después de nuestras rutinas acuáticas es obligatorio para evitar la sequedad de la piel y la absorción innecesaria de los químicos que se posan sobre ella. Un gran aliado son los geles especiales para pieles secas, o aquellos que contengan aceites y nutrientes en su receta. No metas en la mochila el primer gel que encuentres por casa, ni el que tenga el envase más pequeño, como suele hacerse.

 

Hidratar la piel después del baño es tan recomendable como hacerlo antes de lanzarse a nadar. Las lociones con glicerina o ácido hialurónico pueden marcar la diferencia frente a los hidratantes convencionales.

 

 

Fiesta en la piscina… mejor el 4 de Julio

La piscina no es un espacio al que entrar con maquillaje. Sabemos que el gorro puede ser poco favorecedor, pero maquillarse tampoco equilibrará mucho la balanza a nuestro favor. El maquillaje y el cloro no son amigos, y el riesgo de desencadenar una reacción alérgica es alto.

 

Recuerda que, si la piscina en la que vas a bañarte durante el invierno es la tuya, hay alternativas de desinfección del agua distintas del cloro que harán sufrir menos a tu piel, como el bromo o la cloración salina.

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