Las tormentas de verano pueden tener un impacto directo en el agua y los componentes de tu piscina. La lluvia arrastra suciedad, hojas, insectos y otros residuos que contaminan el agua y alteran su equilibrio químico.
Además, el agua de lluvia diluye los productos de tratamiento, reduce los niveles de cloro, modifica el pH y puede provocar problemas como agua turbia, verdosa o incluso la aparición de algas.
En este artículo te explicamos cómo puede afectar una tormenta a tu piscina y qué medidas puedes tomar antes y después para protegerla y mantenerla en condiciones óptimas.
¿Qué le sucede al agua de tu piscina durante una tormenta?
Estos son los efectos más comunes:
• Dilución de productos químicos
La lluvia reduce la concentración de cloro y altera el pH, haciendo que el tratamiento pierda eficacia.
• Contaminación externa
El viento introduce hojas, tierra, insectos y polen en el agua, acelerando su deterioro.
• Subida del nivel del agua
Las lluvias intensas pueden provocar desbordamientos y comprometer el sistema de filtración.
• Proliferación de algas
El agua descompensada, junto con materia orgánica y altas temperaturas, crea un entorno ideal para el crecimiento de algas.
• Pérdida de transparencia
Las partículas en suspensión enturbian el agua y reducen su claridad.
¿Cómo preparar la piscina ante una tormenta?
Aunque muchas tormentas llegan de forma repentina, a menudo los pronósticos permiten anticiparse. Tomar medidas preventivas puede ayudarte a evitar daños y facilitar el mantenimiento posterior.
- Desaloja la piscina
Ante una tormenta eléctrica, la seguridad es lo primero. Asegúrate de que no haya nadie en el agua ni en sus alrededores.
- Cubre la piscina
Si dispones de una cubierta isotérmica, colócala para proteger el agua de la suciedad.
Además, ayudarás a reducir la evaporación y a conservar los niveles químicos.
- Desconecta los equipos eléctricos
Apaga la filtración y, si es posible, desconecta la bomba del suministro eléctrico. Haz lo mismo con cloradores, luces o temporizadores para evitar daños por cortocircuito.
- Retira o asegura objetos del entorno
Recoge sillas, mesas, flotadores o juguetes que puedan ser arrastrados por el viento y caer en la piscina.
- Controla el nivel del agua y revisa el drenaje
✔️ Baja ligeramente el nivel si está cerca del borde para evitar desbordamientos.
✔️ Asegúrate de que skimmer, desagües y canaletas estén limpios, sin obstrucciones.
Después de la tormenta: pasos para recuperar el agua
Una vez que la tormenta ha pasado, actuar con rapidez es clave para evitar que el agua se deteriore.
- Retira la suciedad visible
Utiliza un recogehojas o limpiafondos para eliminar restos de hojas, ramas o insectos.
- Limpia el cestillo del skimmer
Seguramente se haya llenado de suciedad. Vacíalo para asegurar un buen flujo hacia el sistema de filtración.
- Limpia el filtro
Si está saturado, realiza un lavado a contracorriente para restablecer su eficacia.
- Comprueba el nivel de agua
Ajusta el nivel si ha subido demasiado y podría afectar el funcionamiento del skimmer.
- Revisa los parámetros del agua
Mide el pH, cloro y alcalinidad. Tras una tormenta, lo más probable es que estén desequilibrados.
- Realiza una cloración de choque
Si el agua está turbia, verdosa o con signos de algas, aplica un tratamiento de choque.
- Añade floculante si es necesario
Si persisten partículas en suspensión, usa floculante para agruparlas y facilitar su filtrado.
- Filtra durante varias horas
Mantén el sistema en funcionamiento entre 8 y 12 horas continuas para que el agua recircule y recupere su calidad.
Tu piscina, siempre lista
Las tormentas son inevitables, pero sus efectos pueden minimizarse si sabes qué hacer antes y después.
Con unos pocos cuidados, tu piscina estará limpia, segura y lista para seguir disfrutando del verano.
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